Ante todo, la clave para elegir el mejor sistema de climatización para nuestro hogar será conocer nuestras necesidades, pero también el uso y las costumbres de los usuarios, el tipo de energía que se vaya a utilizar y las características de la instalación entre otros, para así poder optar por el sistema que nos proporcione un mayor confort térmico con la máxima eficiencia energética.
En principio, debemos tener en cuenta una serie de consideraciones:
A la hora de renovar o diseñar una instalación de climatización será fundamental contar con el asesoramiento de un profesional y realizar un estudio sobre la demanda calorífica y frigorífica de la vivienda en función de sus características, tanto desde el punto de vista constructivo, como desde la instalación. A partir del asesoramiento profesional se podrán elegir los equipos y el dimensionamiento adecuado de los mismos en función de las necesidades de los usuarios.
En función de las necesidades de cada usuario se podrá optar por sistemas de solo calefacción o por soluciones integrales que nos aporten calefacción y refrigeración en un mismo sistema consiguiendo el máximo confort y la temperatura idónea durante todo el año, tanto en invierno como en verano a través de sistemas flexibles, eficientes y respetuosos con el medio ambiente.
Los llamados emisores de baja temperatura son equipos que ofrecen soluciones compactas para cualquier fuente de energía y temperatura de agua, incluso para las bombas de calor con el régimen de 35/30°C. Las opciones son múltiples: radiadores de calor y de frío, de pared o de pie, emisores empotrados en el suelo, etc.
En definitiva, equipos que ofrecen un elevado rendimiento y un bajo consumo de energía gracias a que incorporan intercambiadores de calor y capaces de proporcionar un control exacto de la temperatura de cada estancia para emitir la energía necesaria logrando de esta forma reducir el consumo de energía y contribuir a la sostenibilidad.