
“Para algunos existe un concepto de líder como el que debe saber muchas disciplinas, como tener habilidades para comunicarse, desarrollar tecnología y manejar la inteligencia emocional. En la realidad, eso es pocas veces posible”, señala Wozniak. Esto no debería provocar frustración en el líder, sino abrirle una oportunidad. “Frente a esto, se necesita encontrar personas expertas en los aspectos donde se tiene debilidades”, sugiere.
Para Wozniak, una de las formas de armar un buen equipo es siempre considerar desde el inicio y como piedra angular a los constructores o facilitadores del diseño de negocio. “Necesitamos visiones, pero convertidas en realidad. No podemos ir a pedir inversiones con proyectos en el papel, sino con modelos de trabajo. Por eso es importante involucrar a los ingenieros desde el origen de la idea”, agrega.
El renombrado consultor y coach de directores ejecutivos, Ram Charan, añade que, luego de tener el equipo idóneo, comienza la etapa de lo que él llama “disciplina de la ejecución”: entender cómo las personas se relacionan, encontrar estrategias que involucren estas relaciones y desarrollarlas. “Liderar estos procesos es el verdadero trabajo del buen jefe”, comenta Charan.
Por último, el experto recomienda que la cabeza del equipo no debe olvidarse nunca de escuchar y comunicar, dos actividades claves sobre todo en tiempo de transición. “Cuando hay momentos difíciles, la mejor forma de que el ánimo no caiga es la comunicación frecuente, semanal. Además hay que escuchar al personal, qué es lo que les genera ansiedad. Un buen líder debe hacerlo”, dice Charan.
Fuente: Semana Económica